lunes, 14 de enero de 2013

Bienvenido/a

Bienvenido/a

 
Gracias por entrar en este blog, es posible que haya sido por pura curiosidad o porque estás buscando algo importante para su vida, en los dos casos te Felicito ya que esto podría llevarte al lugar donde desearías estar, podría ser “El primer día del resto de tu vida”.
Permíteme unas palabras sobre lo que deseo comunicarte, en toda la información que va a encontrar aquí, y es el transmitirte que cuando algo no nos funciona como quisiéramos, hay que proyectar un cambio en nuestra trayectoria hacia donde de veras quisiéramos estar.
En toda la historia ha habido unos cambios sociales a los que inteligentemente deberíamos adaptarnos desde el primer momento a esta nueva situación, yo le llamo “Madurez” (adaptación a los cambios), pero no siempre se acepta cuando se debería por infinidad de situaciones arraigadas a nuestras costumbres tradicionales o por simplemente miedos a lo que desconocemos actualmente pero, también te digo que los cambios son tendencias de nuestra sociedad y que por más que nos neguemos, se producirán para todo el sistema social, personal o profesional, con o sin Usted.
Si sabemos de estos cambios, lo inteligente es la adaptación inmediata para poder favorecernos del gran potencial que esta situación nos puede aportar. A esto yo le llamo “OPORTUNIDAD” que no es ni más ni menos que ser de los primeros en hacer posible la adaptación al nuevo entorno social, personal y profesional, enfocando nuestro futuro en lo que sin remedio va a cambiar para todos, esta acción te va a producir una reacción muy favorable dentro de tu entorno personal, social y financiero.
Recuerda siempre que: “El mundo es para quien se atreve a moverlo”, en este caso Usted estaría moviendo las riendas de tu vida hacia lo que va a ser inevitable.
¡¡ACEPTA EL RETO DE CAMBIAR Y ESTARÁS DISPUESTO A GANAR!!
Y…
NOS VEMOS EN LA CUMBRE.-

domingo, 13 de enero de 2013

Formación de Emprendedores

 

Educación Creativa y de Liderazgo

Características de un emprendedor

Los emprendedores tienen características comunes tales como el sentido de la oportunidad y la constancia en su idea. Si es una persona decidida, toma este camino porque piensa que le puede proporcionar mejores compensaciones que las que se podrían obtener como empleado raso o con cargo directivo en una empresa.
Se ha definido al emprendedor como un productor de valores de mercado, que está en permanente alerta para descubrir las oportunidades que aún no han sido descubiertas y actúa en consecuencia para aprovecharlas.
Son individuos con visión, que manifiestan una conducta y orientan su comportamiento al desarrollo de una actitud emprendedora, generando y aprovechando ideas innovadoras, desarrollándolas como oportunidades de negocio rentable en las que normalmente comprometen su tiempo y esfuerzo.
El emprendedor es una persona que percibe la oportunidad, que tiene confianza en su idea, que tiene una capacidad de convocatoria y de convicción mayor que el promedio, que sabe vender las ideas y, sobre todo, que tiene la capacidad de ofrecer resultados.
El emprendedor se enfoca primeramente en cubrir una necesidad del mercado.
Espíritu emprendedor
El espíritu emprendedor es sinónimo de innovación, cambio, fundación de una empresa y toma de riesgos.
El emprendedor es una persona que, percibida una oportunidad que ofrece el mercado, tiene la motivación, el impulso y la habilidad de movilizar recursos a fin de ir al encuentro de esta oportunidad.
Una persona con fuerte confianza en sí mismo, en sus capacidades y en sus ideas; que es capaz de transformarlas en realidades y apostar por ellas con todas sus fuerzas para sacarlas adelante y convertirlas en empresas exitosas.
Un emprendedor es aquella persona que convierte una idea en un proyecto concreto, en una realidad que genera algún tipo de innovación.
No todos los emprendedores son iguales, pero se pueden mencionar características que todo emprendedor debe tener:
- Energía para poder enfrentar las dificultades del comienzo y superarlas.
- Atreverse a enfrentar riesgos.
- Convicción en el propio proyecto como rumbo de vida profesional.
- Decisión de dedicar al proyecto su tiempo, esfuerzo y recursos.
- Disfrutar de los desafíos y no dejarse vencer en momentos de crisis.
- Aceptar el fracaso como camino hacia el éxito.
- Capacidad para relacionarse y saber crear un clima de armonía con sus compañeros de trabajo, sus proveedores, sus clientes…
- Ser hábil comunicador para expresar sus ideas con claridad y concreción.
- Atesorar cualidades como ser creativo e innovador, tener iniciativa, ser independiente, pero capaz de encontrar apoyos, ser valiente pero calculando el riesgo, afrontar los retos de manera positiva, ser persistente y resistente al fracaso, estar bien informado y no negarse a acudir a expertos.
El emprendedor debe saber aprovechar las circunstancias y elegir el momento, para desarrollar su idea, no cayendo en algunos errores como:
- Pensar que todas las buenas ideas son novedosas. La clave es resolver mejor productos o servicios demandados por el mercado.
- Imaginar que el producto se venderá solo. No basta con tener un buen producto, es necesario realizar una estrategia para dar a conocerlo y venderlo.
- Pensar que, por ser el primero, conseguirá el éxito. Si el producto o servicio es bueno pronto habrá competidores dispuestos a superarlo.
- Considerar que innovar no tiene importancia. La competencia es feroz.
- No trabajar en equipo, que es uno de los errores más comunes, al creer que se puede hacer todo solo.
- No tener idea de los números de la empresa o no saber interpretarlos. Costos de producción, ventas, márgenes,… Sin su control, lo más probable es que el negocio se le escape de las manos.
- No ser realista al confeccionar una proyección o un presupuesto y no tener en consideración todos los factores que puedan afectarlo.
- Creer que se las “sabe todas”. Conocer las propias limitaciones y recurrir al consejo de expertos hará que los problemas se resuelvan antes.
- No estar abierto al cambio o sin la conciencia de que, a medida de que la empresa se vaya desarrollando, se van a ir suscitando modificaciones obligadas para que la compañía perdure en el tiempo.
Elementos comunes de un emprendedor
Emancipación: Búsqueda de la libertad y la independencia.
Moderación en la ambición de dinero: La gran mayoría ve al dinero como una consecuencia inevitable del emprender.
Pasión: Emprender es estar dedicado en mente, cuerpo y alma.
Resultados: Los grandes emprendedores sueñan, pero sobre todo hacen, hacen y hacen.
Optimismo y sueños: Todos tienen una clara visión y esperanza.
El emprendedor es una persona que sabe descubrir y encontrar cosas novedosas, que ve lo que, por ahí, otras personas no ven, y que a partir de eso da forma a una idea y la convertirte en una empresa exitosa.
Un Emprendedor, ¿nace así? ¿se hace así?
Algunos piensan que para ser un emprendedor se necesitan ciertas características innatas, otros piensan que todo se puede aprender, en mi opinión es un poco de cada cosa.
Primero: Por un lado sostengo que se nace dado que todo ser humano cuenta con: pasión, curiosidad, inquietud interna, y muchos atributos más, pero no todos ponen en práctica estas cualidades y muchas veces algunas personas no logran encontrar en su interior estos elementos y desarrollarlos.
Segundo: También se hace dado que estas cualidades al ser detectadas por el emprendedor se desarrollan y potencian en la búsqueda de lo nuevo, en las ganas de aprender y desarrollar habilidades distintivas, planteando un cambio en el quehacer diario, en la búsqueda de la independencia y el desarrollo personal.
Tercero: En el caso de fomentar en arte de aprender a emprender en donde, desde épocas tempranas (niño), se ayuda a que el niño despierte en si mismo estas cualidades que se puede ejercitar incentivar como se ejercita un músculo y que todo esto se va aprendiendo en el hacer mismo.
Análisis Específico
Desde la óptica del ser humano en realidad todo somos emprendedores desde nuestros comienzos de la vida, nuestra vida es un emprendimiento y como tal tiene una secuencia que se puede desarrollar de la siguiente manera:
Nacemos
Nos desarrollamos
Maduramos
Declinamos
Morimos
(Si nos ponemos a analizar esta es la secuencia normal de cualquier emprendimiento).
Al igual que hay personas que nacen dotadas para el realizar alguna actividad específica y son brillantes sin necesidad de ser entrenados, hay gente que nace emprendedora. Eso es innegable.
Si bien hay personas que nacieron, con poca habilidad para realizar una determinada actividad, pueden llegar a dominar las técnicas en base a una buena “formación y práctica”.
También ocurre lo mismo con las personas que aprenden y practican las habilidades del emprendedor. Es decir, pueden aprender a emprender.
Las personas están dotadas de habilidades o capacidades para iniciar acciones o actividades que le signifiquen mantener su vida, desarrollarse y alcanzar niveles de mayor bienestar que se potencian a través de técnicas.
Conclusiones a la educación emprendedora
En cuanto a la educación emprendedora me refiero a la preparación mental del candidato a empresario, no desde la óptica que debe superarse para formar más y mejores creadores de empresas si no que debe encontrar en su mente esas habilidades que son propias del emprendedor.
La persona que se plantea el reto de poner en marcha un negocio propio debe desarrollar múltiples habilidades psicológicas para superar con éxito las duras fases del diseño, puesta en marcha y primeros meses de vida de la empresa.
Estas habilidades se pueden aprender y mejorar con el ejercicio de una serie de técnicas sencillas.
Las personas que son verdaderamente emprendedoras y que triunfan tienen la capacidad de aprender de sus fracasos y errores, y de obtener y desarrollar el valor para seguir adelante, volviendo a retomar una y otra vez el proyecto hasta llevarlo por el buen camino.
Dentro de las características que se encuentran en un emprendedor como: planificador, estratega, creativo, soñador, la forma en que se plantean las decisiones, y se actúa en determinadas situaciones dejan de ser expresiones innatas, para pasar a ser cosas que se pueden aprender y dominar desarrollando un correcto proceso de entrenamiento.